Somos testigos de cómo la innovación tecnológica avanza cambiando la sociedad y nuestras relaciones. Debemos enfocarnos en recuperar el sentido crítico y cuestionar cómo queremos vivir con todos estos cambios. El ser humano del futuro deberá sentirse orgulloso de mantener los valores humanos por encima de los diferentes usos que le demos a la tecnología, lo cual supone debatir la utilidad de todo este desarrollo.
La tecnología puede traernos cosas geniales en muchos sectores, pero quizás esté forzando un modelo estandarizado de una realidad artificialmente predecible en un mundo infinitamente sorprendente. ¿Qué es lo que dejamos fuera? Cualquier cosa que no se puede medir, que es casi todo lo que importa.